Se trata de una de las festividades católicas que reúne a feligreses de todo el mundo y sus orígenes se remontan al siglo V d.c.

Cada 15 de agosto los feligreses católicos de todo el mundo celebran La Asunción de la Santísima Virgen, una ceremonia que conmemora uno de los pasajes más tradicionales de la religión católica. Este acto solemne apela a la creencia de que la Virgen María, madre de Jesucristo, fue llevada en cuerpo y alma al cielo al final de su vida terrenal, según la Constitución Apostólica “Munificentissimus Deus”, documento con el que se proclamó este dogma.

Se trata de una celebración que tiene profundas raíces en la historia y la tradición religiosa católica, reflejando la devoción y fe de los creyentes, de acuerdo con la lectura que comparte el Vaticano a través de su portal de noticias Vatican News. Incluso, en algunas embajadas mexicanas este día se celebra como feriado, lo que refleja el impacto cultural que tiene esta solemnidad para algunos sectores de la población.

El fervor religioso que rodea al Día de la Asunción en territorio mexicano se manifiesta de diversas formas. Las iglesias y templos se decoran con flores y velas, y se llevan a cabo misas y procesiones solemnes en honor a la Virgen María en entidades federales como Jalisco o el Estado de México. Las calles de pueblos con alta densidad poblacional católica se llenan de música, bailes y fiestas populares, donde la comunidad se reúne para celebrar su fe y creencias religiosas.

La solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, celebrada cada 15 de agosto, se remonta al siglo V con la lectura bizantina de la “Dormición” de Nuestra Señora. Y aunque en Roma esta festividad se adoptó desde el siglo VII, no fue sino hasta el 1 de noviembre de 1950 – bajo el papado de Pío XII– que su afirmación como dogma se logró.

En él se declara que María fue llevada al cielo con su cuerpo y alma intactos, estrechamente ligado a su papel como la Madre de Jesús, “libre de pecado”, de acuerdo con la explicación teológica y filológica de Vatican News, el portal de noticias del Pontificio Consejo de la Santa Sede.

De acuerdo con el Vaticano, la decisión de Pío XII de proclamar el dogma resalta la relación entre María y la vida eterna, encarnando la promesa de resurrección y transformación del cuerpo humano. Su elevación al cielo en cuerpo y alma – un privilegio concedido debido a su pureza – representaría esperanza para los creyentes católicos.